NO AL FMI

«La economía nunca es libre: o la controla el Estado en beneficio del Pueblo, o la controlan las grandes  corporaciones en perjuicio de éste». J. D. Perón

El Gobierno Nacional profundiza la intervención imperialista en la Argentina a través del Fondo Monetario Internacional. El organismo internacional funciona como correa de transmisión de los intereses de EEUU y las potencias europeas en los países periféricos. A cambio de préstamos con bajas tasas de interés, exigen la apertura y desregulación de sus mercados.

Su objetivo es reducir la economía argentina a la agroexportación, sin la capacidad de producir productos con valor agregado que compitan con aquellos que importamos de esos países. También pretenden una reducción del  consumo interno de las mercancías exportables (principalmente comida) en tanto aumenta la cantidad productos de primera necesidad que podemos exportar. Con el mercado abierto, se subordina completamente la economía a las  fluctuaciones del mercado mundial y especialmente a las empresas del llamado “Primer mundo”.

En este sentido, no solo aumenta la dependencia y el subdesarrollo económico de nuestro país sino que vulnera la  soberanía política nacional. A la política de ajuste sobre los sectores más vulnerables y los beneficios a grandes  empresarios, ahora se suma la digitación directa de los EEUU sobre las decisiones del Estado Nacional. Es evidente  que la orientación de las políticas públicas van en contra de los intereses del Pueblo argentino.

Soberanía política e independencia económica son base y condición para la justicia social. En tanto las dos primeras  estén como rehenes de organismos financieros internacionales, la tercera no será posible. Las consecuencias de la  injerencia del FMI en nuestro país y de la ineptitud y desidia del gobierno de Cambiemos ya empiezan a notarse a  nivel social: 32% de pobreza, el sueldo mínimo que no llega a cubrir la canasta básica, aumentos constantes en  servicios (luz, gas, agua, transporte), una inflación que a este momento se estima va a superar el 30% anual,  paritarias que no logran superar la inflación o que brillan por su ausencia, por nombrar algunos aspectos.

Aunque aún no se haya plasmado en el acuerdo con el Gobierno, una de las exigencias del FMI ha sido en varias ocasiones la privatización o arancelamiento de las universidades. El movimiento educativo debe estar en estado de alerta y movilización para evitarlo y luchar contra ese tipo de medidas.

Las propuestas del FMI parten de una conceptualización del mundo donde cada persona solo busca su satisfacción personal independiente mente del perjuicio que pueda ocasionar a otras. Las ideas de Patria, Nación y Pueblo  desaparecen en la invocación al individualismo como punto de partida para entender la sociedad. En la medida en que cada uno ponga su individualidad por sobre el bien de la Nación, el FMI va a seguir decidiendo a costa nuestra sin obstáculos.

Debemos dejar el ombliguismo de lado, y convertir la indignación en acción y organización. No podemos quedarnos de brazos cruzados, tenemos que construir entre todos un plan de lucha que enfrente las políticas de ajuste y hambre que nos quieren imponer Macri y el FMI. Todos los que creemos en la independencia económica, la  soberanía política y la justicia social debemos sumarnos a la lucha.

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