Felipe Vallese

FELIPE VALLESE fue secuestrado y desaparecido por la policía el 23 de Agosto de 1962. Tenía 22 años y era delegado de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). Además era un activo militante de los primeros grupos de la Juventud Peronista, surgidos espontáneamente al calor de la resistencia y lucha contra el régimen de facto instaurado tras el derrocamiento del gobierno constitucional de Juan Domingo Perón, la autodenominada “Revolución Libertadora”.

Documento de afiliación a la UOM de Felipe Vallese

Entre los sectores reaccionarios y golpistas (que buscaban “extirpar” al peronismo, al que consideraban una aberración política) se difundía la idea de que el derrocamiento de Perón implicaría la desarticulación del Movimiento Peronista y la desaparición del mismo. Sin embargo, la realidad demostró lo contrario: militantes obreros y estudiantes identificados con la causa del Pueblo comenzaron a organizarse en torno a pequeños grupos, en un primero momento disgregados y que, a medida que toman relevancia y conciencia de su intrépida lucha se ponen en contacto, estableciendo una Conducción Nacional, ejercida en un primer momento por John William Cooke, en aquel entonces nombrado por Perón como su delegado en el país.

El contexto político en el que Felipe luchó estuvo marcado por la clausura de los derechos conquistados por el pueblo trabajador durante el gobierno justicialista y la proscripción, persecución y muerte de integrantes del movimiento político mayoritario, a manos de quienes se erigían como paladines de la democracia. La impotencia y el revanchismo clasista del régimen dictatorial se tradujeron en una persecución implacable contra todos aquellos que levantaran las banderas del peronismo. Para ello se valieron de los más diversos métodos represivos: desde el infame Decreto 4161 que prohibía con cárcel y multas el solo hecho de nombrar a Perón hasta los fusilamientos de José León Suárez el 9 de junio de 1956 (narrados por R. Walsh en “Operación Masacre”) y la aplicación del Plan CONINTES.

Desde su secuestro y desaparición, Felipe es mártir y símbolo de la lucha del Pueblo Argentino por la liberación nacional. La firme decisión de un Pueblo que no se deja doblegar por un sistema injusto, explotador y opresor y pelea por la construcción de una patria libre, justa y soberana.

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