Entrevista a Eloísa Chico de Arce
Retomemos el tema de los cambios que se producen con la muerte de Eva.
Bueno, la señora María continúa con la organización del Hogar Escuela que Eva ya había dejado organizado. Cuando Eviita murió, el Hogar aún no se había inaugurado pero estaba listo. Tal es así que todas las directivas nos habían llegado a la delegada y a mí. Un día me llamó Evita y me dijo que ese Hogar Escuela era para los niños desvalidos. Para los niños de pobres que necesiten. Yo le pregunté en qué podíamos colaborar y ella nos pidió que buscáramos maestras y bachilleres capaces de enseñar a los chicos cómo comportarse, cómo vestirse, cómo higienizarse, todo eso porque los chicos del campo a veces no sabían.
Nosotras teníamos que buscar las maestras y enviarle a Evita los currículum de cada una para que ella seleccionará. Necesitaba sesenta personas. Finalizada la tarea teníamos que volver para que nos dé otra tarea. Bueno, llevé los sesenta currículum y se los entregué en mano. Todas chicas jóvenes. Evita no quería gente mayor, quería gente que se haya recibido recién.
La siguiente tarea fue a buscar un pintor para pintar el teatro. El Hogar tenía un hermoso salón de actos que estaba todo pintado con motivos de niños, con personajes de cuentos. Ese Hogar Escuela fue un ejemplo. Después vino la “Libertadora” y robó ¡todo! Y eso que la interventora era una profesora amiga del sobrino de Arrieta, el cuñado de Evita. La cuestión es que se llevaron todo. Lo primero que sacaron fue la ropa de los chicos. El Hogar tenía una cantidad de ropa hermosa que mandaban constantemente porque Evita no quería que ningún chico estuviese vestido igual que el otro, no quería uniformes, así que había mucha ropa. El comedor tenía mesas redondas donde cada uno se sentaba donde quería. Los dormitorios eran hermosos, los baños eran espectaculares. Y había que enseñar a comer, a vestirse, a higienizarse, todo, incluida conducta.
Todo eso estaba pensado para chicos del interior de la provincia. En principio se seleccionaron cuarenta chicos de distintos lugares del interior que tenían el permiso de sus padres. Así se formó. Y ya te digo, cuando se produjo el golpe de estado, empezaron a robar escandalosamente. Después cerraron el Hogar Escuela por tiempo indefinido. Después vuelve una profesora que sirve de Ministra con la última dictadura militar y resuelve dar a la policía el material que quedaba; se llevaron camas, muebles, cosas que le pedían. Un día me encontré con esta mujer, ella me conoce respetaba mucho, y le pedí que dejaran de sacar las cosas del Hogar, eso fue de Evita y fue una cosa buena, y útil ¿Por qué destruirlo? Es lo mismo que ustedes hagan una cosa buena ¿Por qué lo vamos a destruir? Ahora el edificio del Hogar Escuela está, pero ¿como está?
El predio era más o menos de diez manzanas y los sucesivos gobiernos, que no eran peronistas, fueron vendiendo los terrenos por partes. Incluso uno de los últimos gobernadores, que después estuvo preso por corrupción en Corrientes, vendió casi la mitad de las canchas de deportes a un hipermercado por cuatro millones de dólares. Así que en la mitad del predio hay un hipermercado. Por mi parte, en la última reunión que se realizó en el Consejo del Partido aproveché la presencia de algunos legisladores nacionales y provinciales y les pedí que intervengan para que la obra del Hogar Escuela, que hizo Eva Perón, no siga vendiéndose. Aún está el casco con el edificio principal pero alrededor hay terrenos céntricos que están dentro del predio. Así que les pedí a los legisladores que presenten un proyecto para que se declare monumento histórico, por lo menos el casco.
Y bueno, se ve que alguien le llegó, a pesar de la interna que hay. A alguno de los legisladores le llegó en la fibra íntima y presentaron el proyecto y lo declararon monumento histórico. Pero yo no este tiempo anduve con tantos problemas, que no pude fijarme si el Gobernador firmó, hay que ver el Boletín Oficial. Pero lo que es seguro es que el edificio está muy bien conservado. Es un edificio antiguo, donde actualmente funciona una escuela primaria y un jardín de infantes, pero no con la idea original, es una escuela común.
Cambiando de tema ¿cómo se enteró usted de la noticia del golpe de estado de 1955?
La noticia del golpe la teníamos todos más o menos sabida. Yo me había reunido con todos los legisladores en la Cámara, casi todos fallecieron, menos al sobrino del General Velasco, y entonces dijimos: “Mañana van a entrar acá”. Al otro día ¡estaba todo el ejército! En ese momento sólo pude preguntarme cómo estaría la sede del Partido y me fui rápido para allá. En ese edificio todavía quedaba una persona, pero los dos o tres días cerraron. Fueron tiempos difíciles.
¿Usted estuvo presa Eloísa?
Estuve, junto a otras compañeras. A muchas las escondió la familia y no estuvieron presas. Yo recuerdo haber estado con Juanita Bustiduy, que fue Senadora, la señora de Mosquera, una gran escritora. Fuimos cuatro las que estuvimos presas pero después ellas salieron, y quedé yo. Después de salir, por un año me tuvieron sujeta a libertad vigilada. Me dejaron cesante mucho tiempo en mi puesto de maestra, sin poder trabajar ni cobrar, sin poder hacer nada de nada. Tenía alumnos particulares para poder vivir.
Te cuento una anécdota. Cuando nos llevaron presas, los opositores quisieron dominarnos, hacernos pasar vergüenza, humillarnos, esa es la palabra. A las once de la mañana se terminaba la misa en la Iglesia de La Merced, frente a la policía, y el fiscal decidió que las cuatro legisladoras que estábamos detenidas caminemos por la calle, una al lado de la otra, para que nos vieran todos los que salían de la misa. Estaban todos parados ahí y nos hicieron pasar por delante de todos, hombres y mujeres, entonces yo les dije a mis compañeras: “No agachen la cabeza, sigamos adelante.” En ese momento miré a una chica que estaba parada en primera fila, a quién había ayudado mucho la delegada censista, pero en ese momento estaba con toda la oposición; me di vuelta y la miré de arriba abajo. Simplemente la miré, porque le hubiera dicho todo lo que estaba pensando en ese momento pero no iba a rebajarme ni a ponerme a pelear pero yo pensaba: “Esta mujer que sacó situaciones buenas está acá.” La traición es el peor de los defectos.
¿Cómo se enteró usted de la noticia de la desaparición del cuerpo de Eva?
Yo me enteré porque me contó Anita Serrano. Era muy amiga de Evita, y cuando fue para Corrientes, en los momentos terribles en dónde surgió la resistencia, formamos un grupo de resistencia. Yo participé y di plata para algunas cosas, para algunos que se fueron. Muchas noticias a mí me las traía Luisita Komel, era una alemana muy amiga de Evita. Solía venir con gente de la CGT y yo los vinculaba en Corrientes con gente de la CGT y del Partido y ellos se ocupaban de las charlas.
¿Usted participó de todo lo que fue el movimiento para el retorno de Perón?
El movimiento para el retorno de Perón lo organizó Delia Parodi, por lo menos la primera vez, en 1968 que no le permitieron entrar y quedó retenido en Brasil. Para toda esa movida Delia estuvo varias veces por Corriente junto con Fernícola. La hermana de Fernícola era la Directora del Hogar Escuela. Así que sí, estuvimos, yo me acuerdo bien.
¿Cómo sigue su vida después?
Yo participé del peronismo toda mi vida: directamente, vinculando gente, dando charlas. Últimamente me quedé un poco porque yo también tengo mis problemas, mi esposo está muy enfermo. Escribí y me prometí que esto va a ser lo último que voy a escribir.
¿Por qué lo último?
El partido ya está. Le hice el museo, uno de mis hijos me ayudó mucho, pusimos un cuadro hermoso que teníamos de Evita y que encontramos roto. En realidad hicimos una copia de una foto de la época, porque el cuadro original fue destruido por actos vandálicos después de 1955, cuando entraron a la casa del Partido. Ese cuadro estaba a la entrada y fue hecho por la mejor pintora de Corrientes.